La llegada de los hijos y/o hijas es una transición que conlleva muchos cambios. Uno de ellos es el cambio de rol. No es solo el hecho de adquirir responsabilidades sino el de establecer una pauta de conducta, una manera de actuar que define la relación entre las madres y padres y sus hijos e hijas; los llamados modelos parentales.
¿Y tú, qué tipo de padre o madre eres?
Es bueno ser capaz de adaptarse a cada situación. Aun así, hay un estilo o modelo que marcará la mayoría de interacciones que tenemos. Por esta razón, es bueno conocer distintas pautas de conducta para identificar cómo reaccionamos en diferentes situaciones. De ésta manera podremos modificar aquellas formas de actuar que no se adaptan a la situación que queremos conseguir.
Para reflexionar sobre de las diferentes maneras que tienen los padres e hijos de relacionarse utilizaremos 4 dimensiones: afecto, comunicación, control y exigencia.
Afecto:
En las familias se suelen encontrar dos tipos de afecto, aunque son diferentes, es bueno que se den los dos.
- Afecto incondicional: afecto que recibe el niño o niña por el simple hecho de existir. Éste se muestra también en situaciones conflictivas o durante emociones negativas.
Abrazo a mi hijo o hija a menudo.
- Afecto que se muestra con los logros u objetivos conseguidos. Éste, a diferencia del otro, no se da por sentado y el niño o niña siente que lo tiene que ganar.
Cuando saca buenas notas lo felicito y le digo lo orgullosa o orgulloso que estoy.
Comunicación:
Escuchar activamente, aconsejar, hablar de los sentimientos, etc. Los mensajes yo pueden ser un buen recurso en esta dimensión.
Me encanta cuando me habla sobre su día en la escuela, yo también le cuento cómo me ha ido en el trabajo.
Control:
La conducta de los padres de dirigir sus hijos o hijas hacia dónde ellos creen, quieren o necesitan. Esta dimensión se puede observar claramente en las normas y límites expuestos.
- Esta dimensión se valora teniendo en cuenta cómo se fomentan las conductas positivas y cómo se evitan las conductas negativas. Al mismo tiempo se valora la persistencia y consistencia de normas o límites.
Le animo a compartir los juguetes con sus hermanos. Si no comparte no podrá jugar.
Exigencia o grado de madurez:
Las expectativas o lo que se espera de los hijos. Inversamente relacionado con el grado de sobreprotección.
Mi hijo tiene 12 años, puede ir solo a comprar.
Ahora bien, los diferentes grados en que las dimensiones se combinan entre si conforman los diferentes modelos parentales, es decir, la manera de relacionarse con los hijos e hijas, la tendencia de comportamiento.
Modelo autoritario:
Características
Se destaca la importancia del control y de los castigos, pocos recursos emocionales (poco refuerzo positivo, poca comunicación, poca adaptación a las necesidades de los hijos). El control es tan alto que los niños y niñas no se enfrentan a situaciones nuevas por lo que no tienen oportunidades de aprender. El control tan alto pude verse como una forma de sobreprotección. Las normas son rígidas y marcan la manera de actuar y relacionarse.
Consecuencias
El exceso de control parental puede provocar una baja autoestima y un aprendizaje pobre, lo que puede llevar a un bajo rendimiento escolar, baja interacción social, agresividad y consumo de drogas en casos extremos.
No puedes salir los viernes. Me da igual que te inviten a jugar, no puedes ir porqué lo digo yo.
Modelo permisivo
Características
Ausencia de normas y poca exigencia. Los padres acceden a los deseos de los niños y niñas aunque sean expresados de manera agresiva y poco asertiva. La sobreprotección suele ser alta no dejando que los hijos se enfrenten a retos o a situaciones que les puedan frustrar. Hay mucha libertad acompañada por apoyo emocional.
Consecuencias
No se desarrolla el autocontrol y la tolerancia a la frustración. Además de ser niños y niñas que anteponen sus deseos a los de los otros, con poca empatía. Por otro lado suelen tener alta autoestima y confianza.
Le dejo comer dulces porqué sinó se pone hecho una fiera.
Modelo negligente
Características
Falta de apoyo o normas dentro de la familia y se desatiende a los niños dejándolos sin supervisión. Además, se manifiestan pocos sentimientos de cariño hacia los hijos.
Consecuencias
Agresividad, exigencia, irritable, poco afecto y poca tolerancia a la frustración. También bajo rendimiento escolar.
Que haga lo que quiera, si quiere salir hasta tarde él sabrá!
Modelo democrático
Características
También se llama modelo asertivo porqué las normas no son al azar sino que se explican razonadamente a las hijas e hijos. Del mismo modo, los derechos y libertades pueden negociarse comunicándose. Se premian y se incentivan las buenas conductas pero también se intentan inhibir las conductas no deseadas. Además, hay mucho respeto, demostración de afecto y cooperación.
Consecuencias
En la mayoría de casos éste es el modelo que mejor funciona. Los niños y niñas suele ser responsables de sus actos, asertivos y respetuosos, porqué así lo han aprendido. Además, aparecen pocos conflictos y se desarrolla la competencia social, la capacidad de trabajar en equipo, la confianza y autoestima.
Quedamos en qué primero harías los deberes y después jugarías. No puedes jugar ahora porqué sinó no tendrás tiempo de acabar los deberes.
No debemos olvidar que somos un modelo para nuestros hijos e hijas ya que ellos y ellas aprenderán de nosotros. Por ese motivo es importante actuar consecuentemente con los valores y enseñanzas que queremos trasmitir. Las normas y límites serán importantes pero serán las demostraciones de afecto, orgullo y confianza lo que les ayudará a tener una buena autoestima y alto concepto de si mismos.
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