Para entender mejor el funcionamiento de nuestros niños con lateralidad cruzada proponemos la siguiente metáfora. Imaginemos una carrera de caballos. Imaginemos que en la carrera hay dos carriles, el de la derecha y el de la izquierda. Algunas personas ponen todos sus mejores caballos, a la derecha, algunos los ponen todos a la izquierda, en cambio otros reparten sus caballos más fuertes entre los dos carriles, esto es lateralidad cruzada.
Lateralidad
Nuestro cerebro está dividido en dos hemisferios, dos partes. Estas partes recogen todas las funciones cerebrales y están conectadas entre ellas por el cuerpo calloso.
Además, como somos unos seres muy simétricos, también tenemos dos piernas, dos brazos, dos ojos, etcétera.
Ambos hemisferios están especializados, es decir, no reciben la misma información. Por ejemplo si nos pinchan el pulgar de la mano derecha nuestro hemisferio izquierdo recibirá el dolor.
Ahora bien, aunque hablemos de cruces esto aún no tienen que ver con la lateralidad cruzada.
¿Qué es la lateralidad cruzada?
La lateralidad tiene que ver con la dominancia de uno o más lados de nuestro cuerpo. Es decir, si soy una persona diestra prefiero y he desarrollado más mi mano derecha, por consiguiente, mi lado del cerebro izquierdo especializado en recibir las sensaciones de mi mano y de ejecutar los movimientos estará más desarrollado que el derecho.
¿Solo la mano, o también el pie, el ojo, el oído…? Aquí reside el concepto de lateralidad cruzada.
Las personas con lateralidad cruzada son aquellas que su lado dominante del cerebro no es siempre el mismo. Por ejemplo, cuando escriben utilizan la mano derecha (hemisferio izquierdo) pero a la hora de leer su ojo predominante es el derecho (hemisferio derecho).
Personas distintas, cerebros distintos.
Esto nos indica que la manera que tiene de organizarse el cerebro varia según la persona. No solo puede variar en qué lado del cuerpo domina sino que algunas funciones como el lenguaje pueden estar organizadas en el lado derecho del cerebro de algunas personas y en el lado izquierdo de otras. Por lo que, por ejemplo, la gran mayoría de las personas diestras tienen el lenguaje situado en el hemisferio izquierdo pero en los zurdos solo algunos sitúan el lenguaje en el hemisferio derecho del cerebro.
Tradicionalmente se ha asociado el hemisferio izquierdo con la zona del lenguaje, y se ha definido este hemisferio como el lógico, con un procesamiento secuencial. El hemisferio derecho por otro lado se asociaba con capacidades más intuitivas, menos racionales, creativas y capacidades espaciales por el procesamiento simultaneo de la información. De todas formas ahora se sabe que el lenguaje puede variar de hemisferio y que por ejemplo la vista o el olfato envían información a los dos hemisferios.
Tener dominio de un hemisferio significa que ¿solo se da preferencia a los dominios de este?
El cerebro es aun el gran desconocido. Hay mucho por investigar e informaciones a desmentir. Aun así podemos decir que el cerebro trabaja como un todo. En todos los casos hay una comunicación entre hemisferios y un traspaso de información gracias a la conexión del cuerpo calloso.
Problemas de lateralidad cruzda
Este es un tema bastante controvertido. Por un lado hay autores que defienden que niños con lateralidad cruzada tienen más posibilidades de tener dificultades de lectura. Incluso algunos asocian la lateralidad cruzada con propensión a dislexia y tdah. Se basan en qué: al no recibir toda la información sensorial en el mismo hemisferio, tienen mas dificultad para integrarla e interpretarla.
Por otro lado, otros autores defienden que tener una lateralidad cruzada no es ningún problema y es un factor muy común en la población.
Es importante destacar que el asunto no es ser diestro o zurdo sino tener las dominancias organizadas en el mismo hemisferio cerebral.
Lateralidad cruzada síntomas
Los autores que plantean la lateralidad cruzada como causa de problemas de aprendizaje proponen los siguientes síntomas:
- Dificultades en la lectura (lentitud y falta de ritmo).
- Dificultades en la escritura (escribir letra y números con efecto espejo).
- Dificultad en distinguir derecha e izquierda (dificultad en la ordenación espacial).
- Por ejemplo dificultad para distinguir decena y centena.
- Dificultad de atención, concentración y/o hiperactividad.
- Mejor respuesta a actividades verbales que escritas. Mejor expresión verbal que escrita. Preferencia por el cálculo mental.
Ejercicios de lateralidad cruzada
Los factores que determinan la lateralidad son: factores genéticos, factores ambientales (cultura, costumbres) y el aprendizaje recibido. Por lo tanto, a pesar de la predisposición genética hay un cierto margen de modificación de la lateralidad.
¡CUIDADO CON CORREGIR EN CASA! No es aconsejable obligar a los niños a usar la mano, pie y ojo no dominante. Normalmente es bueno respetar las preferencias de los niños porqué están basadas en sus conexiones cerebrales. A no ser que se observe un trastorno o dificultad y un profesional (psicólogo, psiquiatra, oculista…) lo aconseje debido a problemas ya detectados.
Lo que sí se puede hacer es potenciar la buena integración sensorial. A continuación se hablan de ejercicios que ayudan a practicar la coordinación visomotriz y la integración de la información.
- Laberintos dibujados en papel.
- Pintar mandalas.
- Dibujos inacabados
- Sopas de letras
- Videojuegos
- Juegos de mesa como el ajedrez.
- Juegos educativos para el ordenador.
- Abcya (juegos en inglés). El juego de decorar cupcakes por ejemplo.
- Orientación Andújar. Actividades para imprimir.